miércoles, 22 de marzo de 2017

Tu palabra hágase en mí, una víctima en una prisión sin barrotes



            ¡Buenas tardes perdid@s! En esta ocasión vengo a hablaros de una producción 100% aragonesa que pude disfrutar el pasado sábado en el Teatro del Mercado de Zaragoza.  Se trata de Tu palabra hágase en mí, un texto de Miguel Ángel Mañas de la mano de Factory Producciones bajo la dirección de Santiago Meléndez; una obra de marcado corte social, enormemente poética y absolutamente brutal sobre prostitución narrado en primera persona por nuestra protagonista, un alma cautiva en una prisión sin barrotes, en un infierno donde no existe salida.


            La verdad es que me picaba la curiosidad sobre cómo el autor habría contemplado el tema base de la obra (prostitución, trata de blancas…), ya que es un tema que ha sido muy tratado, pero quizá nunca con la crudeza del punto de vista de esta obra, que cuenta con una misión clara: que el espectador empatice, pero no por el mero hecho de empatizar, sino porque se le creen interrogantes, se remueva por dentro y piense en una situación de esclavitud que vemos cada día y que no debería dejar a nadie indiferente.


            Nos recibe un escenario lleno de ropa, zapatos, pelucas y cadenas, es el lugar donde nuestra protagonista, esa que “no tiene nombre” nos contará su historia, abriéndose en canal al público, dirigiéndose a él (o no) y descubriéndose hasta los huesos.  Una prostituta contando la historia de su vida, el amor, el engaño, el desamor, la familia, la vergüenza y sobre todo el conocimiento de su destino, donde no se alberga una pizca de esperanza, sino que es un destino sombrío, un futuro oscuro que nuestra protagonista deslumbra con esos ojos verdes entrenados para poder cazar en la oscuridad.

Foto:  Factory Producciones


            Y es aquí donde deberemos referirnos a nuestra protagonista, la mujer sin nombre, Cassandra, o “como quieras llamarla”, encarnada en la piel de una maravillosa Vicky Tafalla, que me sorprendió de una manera absoluta.  Conocía a Vicky en otros registros (cabaret -en Cabaret Shanghai está genial-, musical…) pero nunca la vi en un registro de tal envergadura, donde ríe, llora, sufre y siente como nuestra protagonista, transmitiendo a cada uno de aquellos que la observan su amargura, con esos ojos llenos de vida, sufrimiento y dolor.  Un brutal cambio de registro para una actriz de la tierra que realiza de modo sobresaliente, y que nos descubre el gran potencial dramático y actoral que posee.


            Y por último, pero no menos importante, me referiré al segundo de los miembros del reparto, Ángel Gotor, actor igualmente de la tierra que, sin casi mediar palabra, se convierte en parte importante del montaje al poner cuerpo a aquellos hombres en la vida de nuestra protagonista, desde el cliente a su amor de juventud o el fantasma de los insectos que devoran su alma, en un cuerpo que envejece y ve su destino cada vez más cerca… un destino oscuro, nada fácil y que no podrá evitar
.

            Teatro de denuncia, actual, atrevido y con una propuesta muy muy valiente; muy necesario hoy por hoy y con una puesta en escena maravillosa, con protagonistas de gran calado y con una historia que os hará pensar.  Seguro tendrá la proyección que merece, así que, si la tenéis cerca, no debéis dejar de ir a disfrutar una obra como ésta, que os hará sentir y pensar, y os llegará muy hondo, a lo más profundo de vuestros sentimientos… os encantará,  ¡palabra de perdida!


TU PALABRA HÁGASE EN MÍ
FACTORY PRODUCCIONES
Puntuación 9.5 / 10

Texto.- Miguel Ángel Mañas
Dirección.- Santiago Meléndez

Reparto:
Vicky Tafalla
Ángel Gotor

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