¡¡Hola
perdid@s!! Tras una semanita sin entrada
(ya que no pude ir a ver ninguna obra), esta semana os traigo un nuevo post
sobre la obra que pude disfrutar el pasado fin de semana en el Teatro del Mercado de Zaragoza. Se trata de Nada que perder, una obra de la Compañía Cuarta Pared, dirigida por sus autores, QY Banzo, Juanma Romero y Javier G.
Yagüe; una obra 100% social que no deja a nadie indiferente.
Con
un novedoso planteamiento escénico y actoral, nos encontramos con un reparto
que va encarnando los distintos roles que componen las ocho historias que conforman
esta obra. Ocho interrogatorios, totalmente diferentes pero brillantemente
interrelacionados entre sí, que comienzan con un profesor de filosofía, algo
olvidado pero esencial en el pensamiento humano, y con una huelga de limpieza
como trasfondo inicial, donde padres, hijos, políticos, abogados, médicos… van desnudándose y mostrando cómo puede
llegar a actuar una persona cuando su propio beneficio (e incluso su
integridad) están en juego, cuando ya no tienen nada que perder, en un ámbito
donde la corrupción ocupa un lugar protagonista.
Foto: Compañía de Teatro Cuarta Pared |
Así,
el espectador no sólo ve la obra, sino que también “juega” hilando la historia, una historia donde también encontramos
un elemento discordante en la puesta en escena que, quizá a priori, parece dificultar el seguimiento del hilo argumental, pero que en el fondo se
configura como uno de los elementos principales que consigue llegar al fondo
del alma del espectador.
Respecto
al elenco, nos encontramos con tres actores que, como anteriormente señalé, van
desempeñando, en un brutal ejercicio interpretativo, los distintos papeles que
conforman cada escena, cada historia.
Con una enorme agilidad, cambian el registro y la interpretación de un
modo más que destacable. Marina Herranz dota de una maravillosa
cercanía a cada uno de los personajes que interpreta, tocándolos con la varita
mágica de la humanidad, que puede
recordar a cualquier persona que pudiéramos conocer; con una mención especial
respecto a esa hija, o esa madre de la historia que se desarrolla “en la oscuridad” (no daré
más datos para no haceros spoiler), que encoge el alma a cualquiera que tenga
un poquito de corazón. Javier Pérez - Acebrón y Pedro Ángel Roca nos muestran igualmente
brillantes interpretaciones, como ese profesor de filosofía que nos hace pensar
y nos remueve la conciencia, elemento esencial en la obra, o la figura del
interventor, profunda, doliente y desgarradora del primero y el concejal o el
abogado descarnado del segundo.
Es,
pues, una obra ¿política? A mi modo de
ver no estamos ante una representación de ese cariz, sino ante una obra social,
filosófica incluso, muy necesaria y con un trasfondo político, sí, pero como casi todos los
actos en esta vida, que más que plantearnos discusiones políticas nos remueve todo
lo que conocemos sobre las bases del individuo y cómo se intentan imponer hoy
en día. Una obra de denuncia social, donde
la corrupción ocupa un lugar de importancia (“porque otorongo no come otorongo”), en base a una crisis que nos
asola, no sólo económica, sino también de los valores que fundamentan la personalidad;
que te llega y te hace pensar, con un enorme trabajo (que se nota) detrás, una
gran dosis de provocación (entendida en el buen sentido de la palabra) y de
candente actualidad, a pesar de llevar un tiempo ya estrenada.
Desde
mediados de marzo vuelven a su sala de cabecera, la Sala Cuarta Pared en Madrid, tras dos temporadas y una gira
acercándonos una obra diferente (he de decir que completamente distinto a lo
que esperaba ver) con un gran significado social y una enorme profundidad, así
que los que estéis cerca no os la debéis perder. Y para los que, como yo, no os encontréis en
Madrid, en su web encontraréis los destinos que les quedan en la gira, para que
si os pilla cerca podáis disfrutarla también. Os hará pensar, y os encantará…
¡palabra de perdida!
NADA QUE PERDER
COMPAÑÍA TEATRO CUARTA PARED
Puntuación 9/10
Autoría y dirección: QY Bazo, Juanma Romero, Javier G. Yagüe
Reparto:
Marina Herranz
Javier Pérez-Acebrón
Pedro Ángel Roca
Web.- Nada que perder
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