lunes, 5 de noviembre de 2018

La Valentía; una casa, dos hermanas y una autopista


            ¡Hola perdid@s!  Intentando volver a la dinámica de uno o dos posts semanales (siempre que la cartelera teatral me lo permita), vengo a contaros la maravilla que pude disfrutar el pasado fin de semana en mi teatro “de cabecera”, el Teatro Principal de Zaragoza.  Se trata de La Valentía, de Alfredo Sanzol, que llegó a la ciudad de la mano de La Zona Teatro y El Pavón Teatro Kamikaze.


           A grandes rasgos, y sin querer desvelar mucho del argumento, os contaré que nos encontramos con dos hermanas, Guada (Estefanía de los Santos) y Trini (Inma Cuevas), que han heredado la casa familiar donde vivieron los veranos de su niñez, una casa llena de recuerdos pero con un inconveniente, una autopista que pasa a cinco metros de la puerta, destruyendo la calma y la paz que todo el mundo busca.  Es una casa antigua, muy deteriorada, en la que son necesarias reformas para que recupere el esplendor de antaño, y es ahí donde nuestras protagonistas discrepan, Guada lo daría todo por quedarse allí, mientras que Trini quiere venderla por todos los medios.


            Por ello, Guada pone en alquiler habitaciones para poder conseguir algo de dinero y recibe una reserva al momento, los hermanos Martín (Francesco Carril) y Martina (Natalia Huarte), una situación que hace reaccionar a Trini, que para poder lograr su objetivo decide acudir a unos especialistas, los Hermanos Espectro, (o Spectro, con “s líquida” 😉 ), Clemen (Jesús Barranco) y Felipe (Font García), que utilizan el miedo como medio para obtener la finalidad para la que se les contrata, “forzar” a Guada a salir de la casa y poder así venderla. Y todos ellos se juntan en la casa el mismo fin de semana…

Foto:  Teatro Kamikaze


            Sanzol, como he podido disfrutar en otras ocasiones (La respiración, La ternura) hila magistralmente una historia que, jugueteando con el vodevil y las tramas cruzadas que beben de la comedia jardielesca, consiguen divertir al espectador y hacerle, en cierto modo, empatizar con los personajes que, sin dejar su toque hilarante de lado, cuentan con una cara más profunda, con deseos y sueños que llevar a cabo, solos o en compañía.  Se encuentra en la línea de La ternura (cómo olvidar la inocencia de ese leñador azul cielo), pero adentrándose en elementos quizá algo más oscuros, pero que hacen que el espectador no deje de sonreír en ningún momento.


            Interpretativamente, Estefanía de los Santos, como Guada, se encuentra en un papel muy “para ella”, se le ve cómoda y logra transmitir sus sensaciones.  Me sorprendió más Inma Cuevas (Trini), a la que no había podido disfrutar todavía en un papel de estas características, que hace suyo, y a pesar de que ambas tengan que “gritar” en gran parte de la obra (quizá por la escenografía que llevan), se logra un resultado muy agradable.  Francesco Carril (del que pudimos disfrutar en  El alcalde de Zalamea) y  Natalia Huarte, los “inquilinos” de la habitación, ponen el punto atemporal a la representación, mientras que  Jesús Barranco (al que ya conocimos en El público) y Font García refuerzan el punto divertido de la obra.


            Por todo ello, y partiendo de que Sanzol es uno de mis autores predilectos (por eso, cuando vi que el Teatro Principal había programado la obra, tras La Respiración y La Ternura, busqué el modo de no perdérmela), lo único que puedo hacer es recomendárosla una y otra vez, seguro que os encantará, os hará sonreír y olvidar lo que os rodea durante casi dos horas, embebiéndoos del espíritu de La Valentía, tanto que si os la perdéis, os arrepentiréis seguro.  Así que si queréis disfrutar, es una maravillosa opción, ¡¡¡palabra de perdida!!!😉


LA VALENTÍA
LA ZONA TEATRO / EL PAVÓN TEATRO KAMIKAZE
Puntuación 8 / 10

Texto y dirección .- Alfredo Sanzol

Reparto:

Jesús Barranco.- Clemen
Francesco Carril.- Martín
Inma Cuevas.- Trini
Estefanía de los Santos.- Guada
Font García.- Felipe
Natalia Huarte.- Martina

Web.- La Valentía 

viernes, 12 de octubre de 2018

Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban)


            ¡Hola perdid@s!  Hace mucho  tiempo que no podía pasarme por aquí, y después, como ya terminó la temporada, pues tampoco tenía mucho más que contaros (ya lo echaba de menos…)  pero ahora.. ¡¡¡He vuelto a la carga!!!  ¡¡¡La temporada nueva ha comenzado y el mundo “perdido” está super activo y motivado con ella!!!  Y qué mejor que comenzarla con la maravillosa obra que nos está visitando durante todos estos días de las fiestas del Pilar, llenando hasta la bandera a diario, y con talento de la tierra: “Con lo bien que estábamos (Ferretería Esteban)”, la producción de Nueve de nueve Teatro, que se estrenó a nivel nacional en nuestro Teatro Principal de Zaragoza, y pude disfrutar el día del preestreno.

            En ella, nos encontramos con nuestros protagonistas, Esteban (Jorge Usón) y Marigel (Carmen Barrantes), dos seres felices con su vida, con su ferretería y sus rutinas, pero un día algo cambiará, y será por culpa del teatro, de la música y del arte, porque “se te mete por dentro” y ya nada vuelve a ser igual.  Eso es lo que le ocurre a nuestro protagonista, Esteban, cuya anodina (aunque aparentemente satisfactoria) vida da un vuelco al descubrir el espíritu del arte, que lo lleva a soñar, a sentir, a vivir intensamente, y a cuestionarse la propia existencia ¿es necesario vivir como vivimos? ¿o podemos vivir como queremos? ¿y los sueños, dónde quedan?...

Foto:  Javier Naval

            Estamos pues ante una especie de canto a la libertad de espíritu, ¿por qué seguir los cánones establecidos si la felicidad real no la obtenemos por dichos cauces?  Y esta es la idea base que el director y dramaturgo José Troncoso utilizó de base para esta obra, nacida de apuntes, de improvisaciones, de ideas que llegan a la mente por sorpresa, dotándolas de un hilo conductor básico, la vida de nuestros dos protagonistas, Esteban y Marigel; una obra que no podemos clasificar de modo claro en un determinado género, ya que, no es un musical, ni un drama, ni una comedia, ni una tragedia, sino una mezcla brillantemente ligada de todos estos ingredientes que le llega al espectador hasta el fondo del corazón.

            Además, contamos con Néstor Ballesteros, el pianista que da vida a la música compuesta por Mariano Martín, y que dota de gran realidad a la obra, donde acompaña a nuestros protagonistas en cada uno de sus movimientos y en las enormes demostraciones de la capacidad vocal de los mismos que interpretan varias canciones en directo, para satisfacción del espectador.  Con una escenografía ligera, su estilismo nos recuerda un poco al de “Cabaré de caricia y puntapié”, pero solo es apariencia, puesto que nada tiene que ver ni el estilo de la obra ni su trasfondo.

            Por todo ello, solo puedo recomendaros fervientemente que acudáis al Teatro Principal de Zaragoza a disfrutarla, que ya le quedan poquitos días aquí, pero después comenzarán gira que los llevará por los teatros de España, desde el Teatro Español en Madrid, hasta Extremadura, Navarra y muchas otras ciudades de nuestra geografía; y que una vez allí, os dejéis llevar por la música, el arte, los sueños (con Canarias 😉), la plena libertad… para que al final, ese “Buenos días caballero, ¿qué quería? ¿Qué le pongo? ¿Qué va a ser?” también “se os meta por dentro” y os haga libres.  Os encantará, ¡¡¡palabra de perdida!!! 😊



CON LO BIEN QUE ESTÁBAMOS
 (FERRETERÍA ESTEBAN)

NUEVE DE NUEVE TEATRO
Puntuación 9 / 10

Dirección y dramaturgia.- José Troncoso

Reparto:
Jorge Usón.- Esteban
Carmen Barrantes.-  Marigel

Música.- Mariano Marín
Pianista.- Néstor Ballesteros

jueves, 17 de mayo de 2018

Lulú, el mito de la mujer fatal de la mano de Bezerra


¡Hola perdid@s!  Hoy vengo a hablaros de la obra que pude disfrutar el pasado fin de semana en mi teatro “de cabecera”, el Teatro Principal de Zaragoza.  Se trata de Lulú, una maravillosa producción de la mano de Paco Bezerra, bajo la dirección de Luis Luque, que ya quise ver en mi visita a Madrid (de la que por cierto aún no os he contado mi periplo teatral), pero no hubo tiempo material, y cuando la vi en cartel no dudé ni un momento en marcarla en mi calendario.  Así, Producciones Faraute (Compañía Miguel Narros) nos trajo a Armando del Río y María Adánez protagonizando una visión novedosa del mito de la mujer fatal, que dejó al público bastante satisfecho.

Nos encontramos con la historia de Amancio (Armando del Río), un viudo que desde la muerte de su esposa vaga por sus campos de manzanos en busca del verdugo que se la arrebató, una serpiente.  Obsesionado con la idea de eliminarla, malvive en su hogar con sus dos hijos Calisto (César Mateo) y Abelardo (David Castillo), que observan la locura de su padre, hasta que le dan un ultimátum con el fin de abrirle los ojos y mostrarle la necesidad de volver a su vida normal.  Ante ello, Amancio reacciona desapareciendo temporalmente, y a su vuelta no regresa solo, sino con una misteriosa mujer herida en la espalda que no recuerda nada, sólo su nombre… se llama Lulú (María Adánez).

Lulú pone patas arriba la vida de los tres hombres, pero un halo de misterio la rodea ¿quién es? ¿qué hace allí?, causando una irresistible atracción a la que ninguno de nuestros protagonistas podrá resistirse, por la que piden ayuda a Julián (Chema León) para salir de este estado, que podríamos calificar de “hipnótico”, en que se encuentran…

Foto.- Producciones Faraute

Con esta historia, Paco Bezerra quiere poner de manifiesto el mito de la mujer fatal.  Todas son Lulú, desde Eva a Circe, Lilith o Pandora; esa mujer a la que todo el mundo ama y teme, jugando con la imagen de la manzana como fruto prohibido, pero quizá Bezerra lo que hace es dotar a la historia de la otra cara, la versión desde el lado de la mujer, con un claro alegato contra la violencia machista, porque en toda historia hay dos versiones, y siempre hay una que, por conveniencia o por desconocimiento, se oculta a la opinión pública.

Una escenografía aparentemente sencilla, y una buena iluminación dotan a la historia en cada momento del ambiente que precisa, jugando con las sombras y el vestuario.  A nivel interpretativo, los soliloquios de Armando del Río cuentan con la fuerza necesaria en la situación en que se presentan, sirviendo de hilo conductor de la acción,  mientras que Adánez muestra una Lulú desinhibida, con cierta dulzura e incluso ápices de inocencia que la dotan de una enorme personalidad, reforzada en la parte final de la obra de manera espectacular.  David Castillo (Aída…) y César Mateo (B&B, El accidente…) muestran la desesperación de unos hijos, que va tornándose diferente a lo largo de la representación, mientras que Chema León, como Julián, con esa estética de “señor del mal”, cuenta con un papel secundario relativamente destacable.

Una buena obra, lástima del poco más de medio aforo del teatro el último día de su representación, y de ciertas “interrupciones” por no oírse bien por determinado sector del público (cuando el sonido era correcto), con una única puntualización:  quizá si su duración hubiera sido algo mayor habría beneficiado a la trama, “relajando” un poco más el desarrollo de la historia, que parece cortarse y cambiar de plano radicalmente (aunque probablemente sea eso lo que busque el autor) dejando al espectador un poco sorprendido y con ganas de llegar más allá.  

Por todo ello, solo puedo recomendaros que no os la perdáis, que están de gira y en su web podéis consultar todos los lugares por los que pasará.  Teatro de calidad, muy bien hecho, y con una gran puesta en escena, donde destacan Adánez y del Río de modo claro.  Lo dicho, perdid@s, si la tenéis cerca, id a verla, ¡os encantará! ¡Palabra de perdida!😉


LULÚ
PRODUCCIONES FARAUTE 
(COMPAÑÍA MIGUEL NARROS)
Puntuación 8.5 / 10

Autor.- Paco Bezerra

Dirección.- Luis Luque

Reparto:

Armando del Río.- Amancio
César Mateo.- Calisto
David Castillo.- Abelardo
María Adánez.- Lulú
Chema León.- Julián


Síguela en Twitter.- @LULUdeBezerra