En esta ocasión cambiamos de “sede”, dejamos el Teatro
Principal de Zaragoza por un momento y nos acercamos a otro de los teatros más
conocidos de la ciudad, el Teatro de la
Estación, esa sala que este año está de aniversario, puesto que son 20 años
ya los que lleva acompañándonos en este mundo del teatro alternativo,
independiente… aunque en ocasiones también apueste por grandes clásicos, de la
mano de su compañía residente Tranvía
Teatro (que al próximo año celebrará su 30 aniversario).
Recuerdo
en mis años de instituto que nuestra profesora de literatura nos llevó a ver
una obra a ese teatro, y desde entonces se convirtió en un lugar a tener en
cuenta en mis “andanzas” en el mundo teatral.
Y qué mejor obra para celebrar este cumpleaños que Sigue la tormenta, un
texto de Enzo Cormann magistralmente
dirigido por la directora de la compañía, Cristina
Yáñez, de la mano de Tranvía Teatro,
que ya tuvo gran éxito hace unos años y que en este aniversario han querido
recuperar.
Foto: Tranvía Teatro |
Nos encontramos ante un escenario lleno de bastidores de
pintor, sólo algunos cubiertos con lienzos; es la casa en la Borgoña francesa de
Theo
Steiner (Mariano Anós), un actor
de teatro retirado y autoexiliado desde los setenta, donde vive sólo, en compañía de sus
historias, sus dramas, sus miedos y sus andanzas; y allí aparece nuestro otro
protagonista, un joven director de escena, Nathan Goldring (Miguel Pardo), cuya enorme admiración
por Theo
Steiner le hace buscarlo para que protagonice en un teatro de Berlín uno
de sus montajes más ambiciosos, El Rey Lear.
Con una acción desarrollada, como en la propia obra de
Shakespeare, bajo una descomunal tormenta, esa labor de convencimiento por el
director de escena hace aparecer poco a poco los fantasmas del pasado de cada
uno de nuestros personajes; dos historias, dos vidas, dos amarguras y dos
sensaciones de culpa que redimir entre confesiones y partidas de ajedrez. Dos generaciones, dos hombres de teatro
hablando del ser humano, del sentido de la vida y de la humanidad, aplicable a
cualquier tiempo que indaga desde el afecto más profundo hasta la barbarie
más absoluta a que el hombre puede llegar; profundizando enormemente en el alma humana, en su esencia, puesto que como el propio autor afirmaba "el infierno está vacío y todos los demonios están aquí".
Enzo Cormann
nos presenta una obra de lo que puede llamarse “poelítica”, mezcla entre poesía y política, con una profundidad y
una fuerza que sólo los más grandes pueden transmitir al espectador, haciendo
que al final de la representación todas y cada una de las piezas encajen… y eso
es lo ocurre con nuestros protagonistas, un enorme Mariano Anós (que incluso ha sido galardonado con el premio a Mejor Actor en el XI Festival de Teatro Independiente de Santander por este papel) al que el personaje le va como anillo al dedo y que ha
potenciado su fuerza con cada mirada o cada frase que sale de su boca, y un
más que solvente Miguel Pardo, al
que personalmente no conocía, pero que ha sabido transmitir cada uno de los
sentimientos y las ideas que pasan por la cabeza de ese director de escena.
Con una complicadísima labor de dirección, no siempre
apreciada, pero muy bien realizada por Cristina
Yáñez; una iluminación acertada en cada momento y una composición musical
más que adecuada, es una obra 100% recomendable. Una obra para pensar, densa, intensa,
profunda, alejada de lo obvio, que cuanto más conoces más disfrutas, política y
comprometida que no debéis perderos si tenéis ocasión de verla.
Y esta semana sigue la celebración del aniversario con El
hospital de los podridos, que se puede disfrutar en el mismo teatro, el
Teatro de la Estación. No os las
perdáis u os arrepentiréis, ¡palabra de “perdida”!
SIGUE LA TORMENTA
TRANVÍA TEATRO
Texto de Enzo Cormann
Directora.- Cristina Yáñez
Reparto:
Theo Steiner.- Mariano Anós
Nathan Goldring.- Miguel Pardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario