jueves, 9 de junio de 2016

Sigue la tormenta, el encuentro de dos realidades al amparo del Rey Lear



            En esta ocasión cambiamos de “sede”, dejamos el Teatro Principal de Zaragoza por un momento y nos acercamos a otro de los teatros más conocidos de la ciudad, el Teatro de la Estación, esa sala que este año está de aniversario, puesto que son 20 años ya los que lleva acompañándonos en este mundo del teatro alternativo, independiente… aunque en ocasiones también apueste por grandes clásicos, de la mano de su compañía residente Tranvía Teatro (que al próximo año celebrará su 30 aniversario).  


Recuerdo en mis años de instituto que nuestra profesora de literatura nos llevó a ver una obra a ese teatro, y desde entonces se convirtió en un lugar a tener en cuenta en mis “andanzas” en el mundo teatral.  Y qué mejor obra para celebrar este cumpleaños que Sigue la tormenta, un texto de Enzo Cormann magistralmente dirigido por la directora de la compañía, Cristina Yáñez, de la mano de Tranvía Teatro, que ya tuvo gran éxito hace unos años y que en este aniversario han querido recuperar.

Foto:  Tranvía Teatro

            Nos encontramos ante un escenario lleno de bastidores de pintor, sólo algunos cubiertos con lienzos; es la casa en la Borgoña francesa de Theo Steiner (Mariano Anós), un actor de teatro retirado y autoexiliado desde los setenta, donde vive sólo, en compañía de sus historias, sus dramas, sus miedos y sus andanzas; y allí aparece nuestro otro protagonista, un joven director de escena, Nathan Goldring (Miguel Pardo), cuya enorme admiración por Theo Steiner le hace buscarlo para que protagonice en un teatro de Berlín uno de sus montajes más ambiciosos, El Rey Lear.


            Con una acción desarrollada, como en la propia obra de Shakespeare, bajo una descomunal tormenta, esa labor de convencimiento por el director de escena hace aparecer poco a poco los fantasmas del pasado de cada uno de nuestros personajes; dos historias, dos vidas, dos amarguras y dos sensaciones de culpa que redimir entre confesiones y partidas de ajedrez.  Dos generaciones, dos hombres de teatro hablando del ser humano, del sentido de la vida y de la humanidad, aplicable a cualquier tiempo que indaga desde el afecto más profundo hasta la barbarie más absoluta a que el hombre puede llegar; profundizando enormemente en el alma humana, en su esencia, puesto que como el propio autor afirmaba "el infierno está vacío y todos los demonios están aquí".


            Enzo Cormann nos presenta una obra de lo que puede llamarse “poelítica”, mezcla entre poesía y política, con una profundidad y una fuerza que sólo los más grandes pueden transmitir al espectador, haciendo que al final de la representación todas y cada una de las piezas encajen… y eso es lo ocurre con nuestros protagonistas, un enorme Mariano Anós (que incluso ha sido galardonado con el premio a Mejor Actor en el XI Festival de Teatro Independiente de Santander por este papel) al que el personaje le va como anillo al dedo y que ha potenciado su fuerza con cada mirada o cada frase que sale de su boca, y un más que solvente Miguel Pardo, al que personalmente no conocía, pero que ha sabido transmitir cada uno de los sentimientos y las ideas que pasan por la cabeza de ese director de escena.


            Con una complicadísima labor de dirección, no siempre apreciada, pero muy bien realizada por Cristina Yáñez; una iluminación acertada en cada momento y una composición musical más que adecuada, es una obra 100% recomendable.  Una obra para pensar, densa, intensa, profunda, alejada de lo obvio, que cuanto más conoces más disfrutas, política y comprometida que no debéis perderos si tenéis ocasión de verla.    


            Y esta semana sigue la celebración del aniversario con El hospital de los podridos, que se puede disfrutar en el mismo teatro, el Teatro de la Estación.   No os las perdáis u os arrepentiréis, ¡palabra de “perdida”!



 SIGUE LA TORMENTA
TRANVÍA TEATRO

Texto de Enzo Cormann

Directora.- Cristina Yáñez

Reparto:
Theo Steiner.- Mariano Anós
 Nathan Goldring.- Miguel Pardo

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