miércoles, 11 de octubre de 2017

Cyrano de Bergerac, un sueño llevado a las tablas



            ¡Hola perdid@s! En primer lugar, a todos los perdid@s que me seguís desde Zaragoza, ¡felices fiestas del Pilar!  Yo ya he empezado celebrarlas con la mejor de las opciones, el teatro, en esta ocasión con la obra programada por el Teatro Principal de Zaragoza en estas fiestas (hasta el día 15): Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand, bajo la dirección de Alberto Castrillo-Ferrer, de la mano de la compañía La nariz de Cyrano, estrenada hace unos meses en el festival de Almagro.


            Así, el pasado domingo pude disfrutar de esta maravilla de obra en el recién inaugurado patio de butacas del Teatro Principal, que tantos quebraderos de cabeza ha dado al mismo, sobre todo respecto a los plazos para su colocación.  Dejando al margen todo este asunto de las butacas, nos centraremos en la obra que nos ocupa; un texto conocido por la generalidad del público, que nos cuenta la bella historia de un perdedor, alguien que por la felicidad de su amada renuncia a la propia hasta su final.

Foto:  La nariz de Cyrano

            Con un acertado reparto, “de la tierra” en gran medida, como su director, encabezado por José Luis Gil (al que tenía muchas ganas de ver en directo, ya que en la última ocasión que estuvo en Zaragoza me fue imposible) como Cyrano, comienza nuestra historia con un verso rápido y sencillo, asequible para todo tipo de público (lo que debemos a la versificación en castellano de Carlota Pérez Reverte y el propio Alberto Castrillo-Ferrer); una historia donde el teatro muestra su máxima expresión, pues en ella, Cyrano (José Luis Gil), con una enorme nariz de la que no hay quien ose reírse (si no lo hacen de manera suficientemente brillante), utiliza a Christian (Álex Gadea) como nexo para poder comunicarse con su amada Roxana (Ana Ruiz), dando rienda suelta a sus sentimientos y viviendo el amor por vida y cuerpo de otro…


            Rocío Calvo y los aragoneses Ricardo Joven, Joaquín Murillo y Nacho Rubio completan este reparto, dando vida a la multitud de personajes que completan esta historia de amor, de sueños de un perdedor que vive su felicidad del mejor modo que puede.  Así, con un sencillo escenario donde la iluminación y la colaboración de los propios actores nos van trasladando al lugar de cada escena, se va desarrollando la acción, con cambios de indumentaria tan rápidos que no dejan que la misma pierda ritmo.  Una novedosa puesta en escena de un clásico inmortal, moderno entre los modernos, que nunca morirá, donde además de las enormes puestas en escena, encontramos interpretaciones musicales en directo (por la propia Ana Ruiz) y un enorme gusto por la belleza e integridad de la obra original, que manifiesta el sueño del director y de los actores de que un proyecto como éste viera la luz.


            Así, perdid@s, lo único que puedo deciros es que bajo ningún concepto os perdáis esta maravillosa historia, este sueño hecho realidad de la compañía, la de un perdedor que vive la felicidad a su manera.  Una bonita historia de amor, llana, con toques de vodevil y de drama, en un verso tan ágil que el espectador apenas nota el estar siguiendo la historia en verso durante algo más de dos horas.  Se encuentran hasta el día 15 en el Teatro Principal de Zaragoza, así que, perdid@s aragoneses, es una de las mejores opciones para celebrar las fiestas de nuestra patrona, absolutamente recomendada; y para los que no os encontréis en esta ciudad, estad atent@s a su web, que recogerá las fechas de gira, para que no os la perdáis, porque os aseguro que os encantará ¡palabra de perdida!


CYRANO DE BERGERAC
de Edmond Rostand
LA NARIZ DE CYRANO 
Puntuación  10/10

Texto.- Edmond Rostand
Versión.- Carlota Pérez Reverte y Alberto Castrillo-Ferrer 
Dirección.- Alberto Castrillo-Ferrer

Reparto:

José Luis Gil
Ana Ruiz
Álex Gadea
Nacho Rubio
Joaquín Murillo
Rocío Calvo
Ricardo Joven 

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