No tengo remedio, fue ver
el cartel de Hedda Gabler en el Teatro Principal de Zaragoza e ir a la
taquilla a por las entradas; una de las mayores obras de Henrik Ibsen, y no me la podía perder… Es una versión de Yolanda Pallín para el Centro
Dramático Nacional, dirigida por Eduardo
Vasco y con un reparto excepcional, encabezado por una enorme Cayetana Guillén Cuervo en el papel de Hedda.
Nos encontramos ante la historia de una mujer, Hedda
Gabler, que va tomando decisiones y actitudes a lo largo de su vida que
la llevan a una situación totalmente diferente a sus anhelos, a lo que siempre
soñó, por lo que no tuvo fuerzas para luchar y que la conduce a una profunda
infelicidad y amargura. Hedda, hija del general
Gabler, contrae matrimonio con un anodino Jorge Tesman, encarnado en la piel de
Ernesto Arias, un erudito que pasa la
vida entre sus libros, un intelectual que, como ocurría históricamente,
voluntariamente o no, no dejaba florecer el arte de su esposa, una mujer
inteligente, enamorada del conocimiento y de gran profundidad intelectual, y
esto es la visión principal de la historia.
Tras haber contraído matrimonio y volver de su larga luna
de miel, donde ha estado más recluída que otra cosa, vuelve a retomar contacto
con personas que quizá ya tenía olvidadas, o al menos apartadas en su
subconsciente, su “amiga” de la escuela Thea
Elvsted (Verónika Moral)
y su gran amor, dedicado al arte y la investigación, Eilert Lovborg (José Luis Alcobendas), por el que no
luchó y que ahora vuelve a, en cierto modo martirizarla, haciéndola salir de
ese personaje que intenta ser y volviendo a su propia naturaleza y sus deseos.
Sin olvidar la presencia del Juez Brack (Jacobo Dicenta) mujeriego y acosador y la tía Julia Tesman (Charo Amador) presente en la vida del
matrimonio desde el comienzo.
Pero este martirio proviene en gran parte de sí misma, de
su propia infelicidad, de la situación a la que la ha llevado la vida por no
tener la valentía de dar un portazo cuando fue necesario para lograr su
felicidad, lo que la convierte en una persona con una gran amargura interior,
enormemente tóxica, que da lugar a finales indeseados para todos lo que la
rodean, e incluso para ella misma.
En esta ocasión, a diferencia de otras, nos encontramos
ante una Hedda comedida, intentando vivir la vida que equivocadamente ha
elegido, que no puede romperse y dar rienda suelta a sus amarguras, causadas
por no poder cumplir sus deseos, en una época con un romanticismo basado en códigos que sólo los protagonistas entienden, y en un ámbito social y
temporal con unos criterios tan estrictos en que tampoco podría haberlo hecho
si quisiera sin ser tildada de loca. Una
Hedda
que transmite al espectador toda su amargura y su completa imposibilidad de
romper con todo y buscar su felicidad para llegar a un punto donde todo sea
hermosura, arte y sensibilidad, escapando de la mediocridad que la rodea.
Una enorme interpretación, una genial Cayetana que llena el escenario con su
mera presencia, una puesta en escena perfecta, acompañados por un piano de cola
donde el pianista (Jorge Bedoya) acompaña
con su música, que además marca los tiempos teatrales, ejerciendo, en cierto
modo, de conciencia de la propia protagonista, llevándola a la producción de
sus actos, y a su frustración al ver que es una mujer ninguneada, que a nadie
le importa dónde va ni qué siente, de la que sólo se espera el papel de una
mujer de la época, casarse y tener hijos, un tipo de mujer en el que no encaja
nuestra protagonista, una antiheroína, cuya falta de valentía para romper con
todo la hace infeliz y la sume en una profunda amargura que transmite a los demás;
una Hedda
que perfectamente sería, salvando las distancias, trasladable a la actualidad. Una obra absolutamente recomendable, si tenéis
ocasión no os la perdáis.
CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL / NOVIEMBRE TEATRO / MUCHA CALMA TEATRO
De Henrik Ibsen
Adaptación de Yolanda Pallín
Dirección.- Eduardo Vasco
Reparto:
Hedda Gabler.- Cayetana Guillén Cuervo
Jorge Tesman.- Ernesto Arias
El juez Brack.- Jacobo Dicenta
Eilert Lovborg.- José Luis Alcobendas
Julia Tesman.- Charo Amador
Thea Elvsted.- Verónika Moral
Pianista.- Jorge Bedoya
Jorge Tesman.- Ernesto Arias
El juez Brack.- Jacobo Dicenta
Eilert Lovborg.- José Luis Alcobendas
Julia Tesman.- Charo Amador
Thea Elvsted.- Verónika Moral
Pianista.- Jorge Bedoya
Web.- Hedda Gabler
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